LA LITERATURA: UN MUNDO PARA IMAGINAR, CREAR Y CONOCER

POR:

 

NIDIA CASTAÑEDA PÉREZ

YONEIDA PÉREZ MEDINA

LUZ BEATRIZ SILVA AVILEZ

 

 

 

Este proyecto se realiza  en tres centros Educativos Rurales del municipio de Yarumal, el cual está ubicado al norte de Antioquia. Los centros educativos son: El Rosario de la vereda aguacatal, ubicada al noroccidente del municipio; la institución  Cedeño en el nordeste y La Cordillera en el oriente.

 

De los centros anteriormente mencionados se toma como grupo muestra los grados 5º y 9º de la enseñanza básica. El CER El Rosario cuenta con 12 alumnos en modalidad telesecundaria; El CER la cordillera con 5  estudiantes en modalidad Escuela Nueva y 18 alumnos de la institución Cedeño en modalidad Escuela Graduada.

Los  alumnos son de sexo mixto, sus edades oscilan entre 11 y 18 años y el estrato que predomina en sus comunidades es 1 y 2. Ellos conviven en su mayoría en hogares conformados por madre, abuelos, tíos y hermanos, es decir, se evidencia de manera muy marcada el desorden en cuanto a la conformación familiar, por lo anterior consideramos que de ahí proviene la falta de colaboración por parte de la familia en el proceso educativo y, por ende,  el bajo nivel académico.

 

El proyecto se plantea y ejecuta dado que nuestros discentes, por múltiples razones, no han tenido la  estimulación necesaria que potencie en ellos las habilidades de comprender y crear textos y vemos aquí la oportunidad para, si bien no concluir, por lo menos iniciar un proceso adecuado donde los estudiantes escuchen, lean, hablen y reflexionen a partir de textos literarios basándonos principalmente en los poéticos y narrativos,  utilizando estrategias tales como talleres que plantean preguntas a un nivel literal, inferencial y crítico-intertextual, permitiéndoles expresar sus emociones y sentimientos a través de la representación y, finalmente, darle paso a la  creación de textos donde ellos podrán potenciar o desplegar su imaginación y descubrir, además de controlar el poder del lenguaje.


ein Bild

Decálogo del escritor, Augusto Monterroso (1921-2003)
 
Primero. Cuando tengas algo que decir, dilo; cuando no, también. Escribe siempre.

Segundo. No escribas nunca para tus contemporáneos, ni mucho menos, como hacen tantos, para tus antepasados. Hazlo para la posteridad, en la cual sin duda serás famoso, pues es bien sabido que la posteridad siempre hace justicia.

Tercero. En ninguna circunstancia olvides el célebre dictum: "En literatura no hay nada escrito".

Cuarto. Lo que puedas decir con cien palabras dilo con cien palabras; lo que con una, con una. No emplees nunca el término medio; así, jamás escribas nada con cincuenta palabras.

Quinto. Aunque no lo parezca, escribir es un arte; ser escritor es ser un artista, como el artista del trapecio, o el luchador por antonomasia, que es el que lucha con el lenguaje; para esta lucha ejercítate de día y de noche.

Sexto. Aprovecha todas las desventajas, como el insomnio, la prisión, o la pobreza; el primero hizo a Baudelaire, la segunda a Pellico y la tercera a todos tus amigos escritores; evita pues, dormir como Homero, la vida tranquila de un Byron, o ganar tanto como Bloy.

Séptimo. No persigas el éxito. El éxito acabó con Cervantes, tan buen novelista hasta el Quijote. Aunque el éxito es siempre inevitable, procúrate un buen fracaso de vez en cuando para que tus amigos se entristezcan.

Octavo. Fórmate un público inteligente, que se consigue más entre los ricos y los poderosos. De esta manera no te faltarán ni la comprensión ni el estímulo, que emana de estas dos únicas fuentes.

Noveno. Cree en ti, pero no tanto; duda de ti, pero no tanto. Cuando sientas duda, cree; cuando creas, duda. En esto estriba la única verdadera sabiduría que puede acompañar a un escritor.

Décimo. Trata de decir las cosas de manera que el lector sienta siempre que en el fondo es tanto o más inteligente que tú. De vez en cuando procura que efectivamente lo sea; pero para lograr eso tendrás que ser más inteligente que él.

Undécimo. No olvides los sentimientos de los lectores. Por lo general es lo mejor que tienen; no como tú, que careces de ellos, pues de otro modo no intentarías meterte en este oficio.

Duodécimo. Otra vez el lector. Entre mejor escribas más lectores tendrás; mientras les des obras cada vez más refinadas, un número cada vez mayor apetecerá tus creaciones; si escribes cosas para el montón nunca serás popular y nadie tratara de tocarte el saco en la calle, ni te señalara con el dedo en el supermercado.
 
Hoy habia 7 visitantes (18 clics a subpáginas) ¡Aqui en esta página!
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis